Precioso lago en el límite entre Alemania, Suiza y Austria. A sólo un par de horas en tren desde la ciudad alemana de Stuttgart y pasando por la llamada selva negra.
Su superficie es de 536 km² y el nivel medio está a 395 metros de altitud. El Río Rin entra al lago por el sur (Austria) y sale por el oeste, marcando la frontera entre Alemania y Suiza.
Alrededor del lago se concentran algunas poblaciones. Juntas forman una colonia de 2,5 millones de personas, la mayoría alemanes.
Yo visité Constanza (en alemán Konstanz). La ciudad que da nombre al lago (o el lago a ella) es la más grande de todas las que se encuentran en su orilla y tiene unos 80.000 habitantes.
Hacía muy buen tiempo cuando nosotros fuimos. El pueblo es encantador, lleno de tienditas y restaurantes. En uno de ellos nos zampamos una típica salchicha alemana con papas fritas y sus salsas. De postre, un helado en una heladería situada frente al lago.
Y como no, un paseo en una embarcación de pedales esquivando, eso sí, barcos más grandes que casi se nos echaban encima.
Un paseo de unas pocas horas en una ciudad de cuento.
2 comentarios:
nuevo blog??
por un lado bien, el otro que tienes me gusta pero me cuesta mucho abrirlo siempre, se cuelga o se cae.. en fin...
te estaré leyendo
cariños
Pues de este pueblito lo disfrute a medias, porque cuando fui, me dieron la noticia que mi madre había enfermado, a Dios gracias fue algo pasajero, pero el susto que me llevé no me hzo disfrutar de la ciudad, me hacía recordar mucho a Bruja
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